Por todos es sabido que desde el inicio de la crisis la prensa ha sido la mayor damnificada en la industria de los medios de comunicación. Pero, además, hay otras razones como el cambio que ha traído la digitalización y no haber adaptado sus funciones a la nueva era digital. Esto ha provocado la caída del número de lectores por lo que los ingresos en publicidad también se han visto afectados.

Pero, ¿pueden convivir las ediciones digitales e impresas? Para Fraser Nelson, editor de The Spectator, ambas publicaciones pueden convivir y complementarse. Nelson ha manifestado que “lo digital no es una amenaza para la edición impresa. En nuestra experiencia, lo digital ha llevado al renacimiento de la impresión”.

En Tai Editorial somos de la misma opinión de Nelson. Por eso apostamos por la convivencia, por el binomio entre el entorno digital y el papel. Sabemos que no es tarea fácil, pero tratamos de conseguir el equilibrio entre todos los formatos en los que se puede consumir la información. Porque sí, la convivencia es posible a pesar de ser arriesgado o difícil.

¿Qué aporta el papel?

En estos dos párrafos hemos hablado de la edición impresa en general. Pero ahora vamos a centrarnos en nuestro sector y con toda la información ya mencionada la pregunta sería, ¿Por qué es imprescindible una edición impresa especializada en el canal de distribución? Intentemos dar respuesta. Para ello vamos a compartir nuestra propia filosofía y la razón por la que seguimos defendiendo el papel.

Los beneficios de la edición impresa son varios:

  • El papel ofrece una lectura reposada. Por ello los impactos publicitarios son de mayor calidad y un soporte idóneo para campañas de branding.
  • En relación al punto anterior, el tiempo de lectura de la edición impresa es de alrededor de 40 minutos. Mientras que en la edición digital es de unos 30 segundos.
  • La tangibilidad del papel revierte un alto ratio lector por revista.
  • Por último, actualmente los profesionales del canal de distribución están demandando un tipo de contenidos, como son las entrevistas, reportajes, especiales y estudios en profundidad, que por su extensión y gran volumen de datos es incompatible con los formatos digitales.

Por todo ello seguiremos manteniendo el papel. Porque a pesar del grado de dificultad o los costes que conlleva, sigue mereciendo la pena sacar a la calle una edición impresa. Porque avanzar e invertir en los soportes digitales no significa destruir lo tradicional, siempre que conserve un valor. Por todo esto somos defensores del papel, por el compromiso y pasión por nuestra profesión y por nuestra historia.