El mundo de la ciberdelincuencia sigue avanzando. Lo confirmaban los expertos en el último debate llevado a cabo por Director TIC, sobre la seguridad en el mundo empresarial. Los ciberdelincuentes siguen inmersos en una carrera sin final en la que, por muchas medidas que pongan los fabricantes de seguridad, ellos siempre van un paso por delante. Y nadie es capaz, de momento, de detenerles.

Da miedo incluso comprobar, tal y como los directivos comentaron durante el evento, que las grandes mafias de las drogas y las armas se están pasando a este lado, ampliando su radio de acción. Algo que debe alertarnos del dinero que se está moviendo en este sentido. Los “malos” no dan puntada sin hilo, y aquí han descubierto un gran negocio.

La madriguera de la ciberdelincuencia

El Internet oscuro se ha convertido en su gran madriguera. Su refugio seguro donde cometer todo tipo de fechorías. Donde maquinar los próximos ataques.

Pertrechados en el anonimato, atacan sin piedad “a todo lo que se mueve”, independientemente de que sea gobierno, empresa o usuario final. Cualquier objetivo es bueno si se le pueden extraer sus datos, o una cantidad económica.

En algo tenemos que darles la enhorabuena. En la gran capacidad que tienen para inventar siempre algo diferente. Para pillarnos por sorpresa. La innovación en su caso es magistral. Según los expertos, cuentan con sus propios laboratorios de I+D y ya funcionan como grandes empresas… del mal, por supuesto.

Podríamos pensar que seríamos capaces de vencerles con la Inteligencia Artificial y el Machine Learning pero tampoco… Por lo que los fabricantes de seguridad comentan, ellos también están usando estas nuevas técnicas para aprender de ellas, en su propio beneficio, y echar abajo aquellas tácticas que desde el lado de la seguridad pudieran luchar contra ellos.

Los ciberdelincuentes no cierran por vacaciones

Los datos son alarmantes. Tan solo el último barómetro de la firma de seguridad ESET, muestra la abrumadora capacidad que los atacantes han tenido para lanzar amenazas en el último mes. Webs legítimas en las que se introducen malware bancario y troyanos. Aplicaciones maliciosa como apps de citas. El mundial de fútbol. Herramientas de acceso remoto usadas en campañas de espionaje. Archivos adjuntos en correos electrónicos camuflados como documentos Word. Certificados digitales legítimos que se saltan las medidas de seguridad, con el fin de robar credenciales de empresas y organismos oficiales. Vídeos propagados a través de Facebook. Apps maliciosas en Google Play. El interminable phishing. Un suma y sigue de la imaginación de los que nos provocan una terrible inseguridad y que está volviendo sus ojos al Internet de las Cosas. Algo más que preocupante, si tenemos en cuenta que el IoT todavía está, prácticamente, dando sus primeros pasos.

No, los ciberdelincuentes no cierran por vacaciones de verano, Navidad u otra fiesta importante. Son como el gran hermano que todo lo ve. Siempre al acecho del más débil, de nuestras vulnerabilidades. Pensando en cómo enriquecerse a nuestra costa. Por ello, debemos dejar a un lado ideas falsas en torno a la seguridad. Seguir los consejos de los que saben más que nosotros. Dotarnos de todas las armas a nuestra disposición para luchar contra ellos porque, por mucha munición de la que dispongamos, ellos tienen una artillería preparada, con la que intentarán que no salgamos inmunes.