La nube es ese ”elemento” imprescindible que nos acompaña en nuestro día a día, sin apenas percibirlo, y que se asentó en nuestras vidas, no sin ciertas reticencias por parte de muchos usuarios que hoy han caído rendidos a sus pies.

Los pasos de la nube

Llegó de puntillas. El correo electrónico fue prácticamente su puerta de entrada para millones de usuarios, a los que una herramienta como el email les facilitaba enormemente sus comunicaciones personales y empresariales. Y a los que su uso y disfrute no llevó a pensar qué había detrás, ni qué tecnología se usaba.

Pero la nube llegaba con una premisa, la de quedarse, escalar posiciones, ser uno de los componentes tecnológicos fundamentales de finales del siglo XX y “acampar a sus anchas” en el siglo XXI. No en vano las previsiones apuntan a que en el año 2025 su tamaño se habrá multiplicado por diez.

La nube y sus “sabores”

Su protagonismo se hizo patente y todos los ojos se volvieron hacia el mismo. Sus diferentes “sabores” y las ventajas que cada uno proporcionaba, dejaron a un lado los miedos iniciales relacionados, fundamentalmente, con la seguridad y la ubicación de los datos, al enfocarse los fabricantes en dar solución a las respuestas que los usuarios demandaban. Hoy la seguridad se ha convertido en un factor a la hora de invertir en la nube, al quedar demostrado que nuestra información está más segura en la nube que en cualquier dispositivo físico.

En cuanto a los denominados sabores, la nube híbrida se está imponiendo, y todo apunta, según los expertos, a que la misma gane en sofisticación en torno a la portabilidad de las cargas de trabajo.

La nube como tendencia

Este 2018 ha sido una de las tendencias que más están marcando el paso empresarial, por la reducción de costes en infraestructura que el mismo presenta, su disponibilidad, escalado, rapidez de despliegue, por su capacidad de computación y almacenaje.

Las empresas han evolucionado a la hora de incorporar la nube a sus organizaciones. Los entornos multicloud se han convertido en una nueva realidad, ya que la mayoría de las compañías están valorando la posibilidad de implementar diferentes tecnologías multicloud a gran escala, aunque la realidad demuestre que el porcentaje de las que están preparadas para gestionar una infraestructura virtual más distribuída sea más bien escaso.

Según un estudio realizado por BMC, el 40 % de los líderes de TI no sabe cuánto gastan sus organizaciones en la nube pública pero el 80 % reconoce que la gestión multicloud requiere nuevos enfoques, como el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.  Por su parte, según IDC, en los próximos tres años el 90 % de las grandes empresas utilizará múltiples plataformas y servicios en la nube. El impulso de las soluciones de gestión de entornos multicloud será clave durante 2018 ya que, según la consultora, el 70% de las compañías estará trabajando con al menos dos proveedores.

Para profundizar en todo ello, en Director TIC vamos a llevar a cabo un debate el próximo 24 de mayo conoce los detalles.

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